sábado, 28 de octubre de 2017

Elemento Fuego


                                         Elemento Fuego


El Elemento Fuego es considerado como la máxima expresión del Yang, para la medicina tradicional China representa la manifestación máxima de vida. 

CORRESPONDENCIAS

En el cielo es el calor
En la tierra es el fuego
En el cuerpo humano son los vasos
En los órganos es el Corazón
En las entrañas es el Intestino Delgado
En el color es el rojo
En el sonido es la cuarta nota (FA)
En los sonidos emitidos es la sonrisa
En los sentimientos es la alegría
En las cavidades es la lengua
En los sabores el amargo

Nota: tanto el Pericardio como el San Jiao son técnicamente parte del Elemento Fuego, pero su importancia se subordina frente al Corazón y el Intestino Delgado.

SENTIMIENTO, LA ALEGRÍA
La Medicina Tradicional China define a la alegría como un estado de agitación o sobreexcitación más que a la emoción que causa profundo bienestar. Al haber sobreestimulación se estaría afectando directamente al Corazón; sin embargo, el miedo puede frenar la alegría.

FUNCIONES DEL CORAZÓN
Es identificado como el Emperador, es el que transmite las decisiones. Es el que mantiene la vida. Es la residencia del Espíritu.
Controla la sangre y vasos sanguíneos, logrando que la cantidad de sangre sea adecuada y activando su circulación.
El Corazón controla la mente, el espíritu y el pensamiento, ya que es el depositario del Shen.
La Esencia del Corazón se refleja en la cara por lo que es ideal tener un color sonrosado y con brillo. Se expresa en los ojos. Se expresa a través de la palabra sincera. Controla el habla.

FUNCIONES DEL INTESTINO DELGADO
Absorbe la energía Yang de los alimentos Yin que es utilizado por el Corazón.
Defiende al Corazón de los impactos emocionales. Es un mecanismo de regulación de la presión sanguínea del Corazón.
Permite rescatar antes que se conviertan en desechos los materiales que el imperio necesita.


FISIOPATOLOGIA DE FUEGO
La persona cuando no está sana su Corazón produce estancamiento sanguíneo, pelo seco sin brillo por insuficiencia de sangre y energía, insomnio, mala memoria, delirio, cara pálida indicativo de que la sangre no llega a la cara; Cara verde igualmente por estancamiento de sangre, lengua pálida por insuficiencia de sangre, lengua oscura o con puntos se debe al estancamiento de sangre del Corazón, lengua roja con ulceras por exceso de Fuego. Por mal funcionamiento del Intestino puede presentarse heces secas, orinas abundantes o escasa, orina roja y con dolor, úlceras en la boca.
Estas son las sintomatologías propias de una alteración de este Elemento sobre el cuerpo humano, pudiendo presentarse algunas otras con características de otros Elementos.



Si hay algo sobre el Elemento Fuego que me llame de forma verdaderamente poderosa la atención, eso es el concepto que de su emoción patológica poseen los chinos. Personalmente, la idea de que una enfermedad se manifieste en forma de alegría excesiva, casi perturbadora, me parece sorprendentemente en línea con la felicidad que expresa una persona mientras sufre un brote psicótico, patología a la cuál posiblemente se esté haciendo referencia. De la misma manera, encontramos la presencia de delirio en la patología del Fuego. Al ser el Corazón el regulador del pensamiento, no es de extrañar que la patología psiquiátrica se concentre en el Fuego, que es, como se expresó al principio, una manifestación del Yang y, por lo tanto, su calor le impulsa a subir a la cabeza. 
El cerebro como tal parece haber sido un tanto "dejado de lado" en la fisiología oriental, pero sus funciones y alteraciones están, sin duda, certeramente representadas, dando a entender, una vez más, que los chinos eran conscientes de las acciones que el cerebro desempeñaba, aunque no se le adjudicasen a él. 
Sería fascinante que se investigase de forma seria y científica sobre el impacto que un tratamiento chino tradicional pueda ejercer sobre ciertas patologías mentales, como el delirio o la psicosis, que dependen del Elemento Fuego. Un resultado positivo podría abrir las puertas a nuevas vías de tratamiento a pacientes ya muy medicalizados, y todo según los conocimientos tradicionales milenarios de la Antigua China. De cumplirse mi plegaria alguna vez, ver algunas caras de "expertos" occidentales en psicofármacos sería, cuanto menos, impagable.


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