Canales y Meridianos
El sistema de canales colaterales Jing-luo se define como el sitio por donde circula la Sangre (Xue) y la Energía (Qi). Estructurado a manera de red, que funciona intercomunicando cada una de las partes del cuerpo.
Comunica el exterior con el interior, la superficie corporal con los órganos y vísceras, la región superior del organismo con la región inferior, etc. Lugar donde a lo largo de su recorrido, están los sitios que se denominan “puntos de Acupuntura”, sobre los cuales se aplica acupuntura, masaje tui na, moxibustión, etc. Aunque es un sistema que principalmente se ha relacionado con la Acupuntura, todas las ramas terapéuticas de la Medicina Tradicional China se apoyan en esta estructura, incluido el Qi Kung que los utiliza como “herramientas” de trabajo por medio de los ejercicios estimulando su circulación y equilibrio.
De acuerdo al sitio por donde circulan, a su función y a su profundidad, los canales y colaterales son clasificados en diferentes grupos. Así, se describen doce canales principales, ocho canales extraordinarios, doce canales músculo-tendinosos, doce regiones cutáneas o canales cutáneos, 12 canales divergentes, quince canales colaterales, y los denominados colaterales llamados “nieto”, etc.
Dentro de estos canales los más importantes son los doce canales principales, los cuales, de acuerdo al sitio por donde circulan, reciben un nombre relacionado con el órgano víscera con el cual se comunican, si se relacionan con la mano o con el pie, su polaridad Yin o Yang y su nivel energético. Por ejemplo, “el canal Gran Yin de la mano pulmón”, que circula hacia la mano, en la región más Yin que corresponde a la parte más anterior (el lado por donde corre la arteria radial, terminando en el pulgar), y que se conecta con el órgano pulmón.
Los nombres de los canales principales son:
1. Tai (gran) Yin de la mano canal del pulmón.
2. Yang ming (luminoso) de la mano canal del intestino grueso.
3. Yang ming (luminoso) del pie canal del estómago.
4. Tai (gran) Yin del pie canal del bazo (en algunos libros se le conoce, sin razón, como bazo-páncreas).
5. Shao (pequeño) Yin de la mano canal del corazón.
6. Tai (gran) Yang de la mano canal del intestino delgado.
7. Tai (gran) Yang del pie canal de la vejiga.
8. Shao (pequeño) Yin del pie canal del riñón.
9. Jue (transicional) Yin de la mano canal del pericardio
10. Shao (pequeño) Yang de la mano canal del sanjiao (triple calentador, triple energizador).
11. Shao (pequeño) Yang del pie canal de la vesícula biliar.
12. Jue (transicional) Yin del pie hígado.
Es a través de estos canales, y en el orden en que fueron mencionados, que circula el qi nutritivo Ying Qi dos horas en cada uno de los canales, iniciando entre las 3:00-5:00 de la mañana con el pulmón y terminando con el hígado de 1:00-3:00 de la mañana y después nuevamente entra al canal del pulmón y así sucesiva e indefinidamente.
A lo largo de estos doce canales principales y de dos más (canales Ren Mai y Du Mai, parte de los ocho Canales Extraordinarios que se sitúan en la parte anterior y posterior del tórax, respectivamente) se localizan los llamados “puntos energéticos de acupuntura”. Además, hay otros puntos energéticos que se ubican fuera de los canales.
Cada uno de los canales tienen una dirección determinada formando un sistema cerrado de circulación por donde viajan la Sangre y la Energía (Qi-Xue).
Sólo me queda una cosa por añadir. Respeto enormemente a aquellos médicos de insondable sabiduría que, en muchos casos, han abierto el camino a las futuras generaciones como yo para nutrirnos con los conocimientos que con tanto esfuerzo fueron traídos a la luz.
Pero mi más ferviente admiración es para aquellos médicos de la Antigua China, que fueron no sólo capaces de memorizar el enorme árbol de puntos y canales acupunturales, y aplicarlos sobre un paciente con dolencias reales. La paciencia y la dedicación que esos estudiantes (de seguro, más jóvenes que yo) debieron demostrar se me antoja inimaginable. Por no hablar, claro está, de sus conocimientos sobre fitoterapia (el tratamiento mediante plantas medicinales) y pulsología (el diagnóstico mediante la simple toma de diversos pulsos), temas demasiado fascinantes y extensos para mi humilde blog.
Mientras escribo estas líneas, pienso en todas las veces que la presión por los exámenes ha puesto a prueba mis nervios (que no son precisamente de acero), y en hasta qué punto habré estado dejándome en ridículo frente a estos aprendices de sanadores, que debían ser filósofos y humanistas además de médicos. En este momento les admiro, y me alegro sinceramente de no estar en su lugar.
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