sábado, 28 de octubre de 2017

El Qi Gong

El Qi Gong


Qué es el Qi Kung o Qi Gong

El Qi Kung o Qi Gong es una práctica corporal formada por suaves movimientos físicos, ejercicios respiratorios y concentración mental que surgió en China hace unos 4.000 años con el fin de fortalecer el organismo a nivel físico, mental y espiritual.
Qi es la energía vital de todos los elementos de la naturaleza, incluidos los seres humanos. Kung describe el trabajo constante y la habilidad adquirida tras un periodo de tiempo. Qi Kung, por tanto, se traduce por el cultivo y la práctica de la movilización consciente de la energía por el interior del cuerpo.
Integrado en la Medicina Tradicional China (MTC) por el emperador amarillo Huang Di hace aproximadamente 2.000 años, el Qi Kung es un arte terapéutico que se utiliza para mantener la salud, aumentar la vitalidad y prevenir o curar enfermedades.

Uno debe respirar la esencia de la vida, regular su respiración para preservar su espíritu y mantener sus músculos relajados. Si uno mantiene una mente centrada el peligro de enfermedad desaparecerá.
Huang Di Nei Jing o “Clásico de Medicina Interna”
El Qi Kung, que se basa en una observación minuciosa de las leyes de la naturaleza, está relacionado con la filosofía taoísta, el pensamiento budista y la concepción China del cuerpo humano.
Como ya se ha visto en entradas anteriores, según estos principios filosóficos todos los fenómenos del universo se pueden clasificar según aspectos Yin y aspectos Yang. Son Yin (femenino, reposo, frío, interior, blando, débil, recibir,…); mientras que son Yang (masculino, movimiento, calor, exterior, duro, fuerte, dar,…).
La MTC considera que en el cuerpo humano hay un sistema energético formado por una red de meridianos por los que fluye el Qi. Según esta medicina la enfermedad es la manifestación de un estancamiento o interrupción de esta energía interna que no puede circular libremente por este circuito energético.
El objetivo de todas las terapias que conforman la MTC (acupuntura, masaje, dietética, fitoterapia y Qi Kung) consiste en retornar al organismo el estado de equilibrio energético Yin-Yang que se ha perturbado, ya que el estado de salud se caracteriza por el equilibrio dinámico de estas dos fuerzas duales.

Tipo de ejercicios de Qi Kung

Existe gran diversidad de escuelas y técnicas de Qi Kung que se pueden clasificar según sus principios filosóficos (taoísta, budista o confucionista) o según sus aplicaciones (terapéutico, marcial o espiritual), pero en todas ellas su práctica está fundada en estos principios:
La actitud física y mental debe ser relajada (alejar pensamientos).
El movimiento debe ser suave, lento y grácil (sin rigideces, ni esfuerzo muscular).
La respiración debe ser abdominal, suave y sincronizada con el gesto (natural).
El pensamiento debe dirigir el Qi y la respiración al interior (visualizar cómo la energía recorre el cuerpo).
Las principales escuelas de Qi Kung combinan en sus prácticas los ejercicios estáticos (posiciones inmóviles) y los ejercicios dinámicos (movimiento corporal).
En el Qi Kung estático (Yin) la energía se acumula, nutre y proporciona fuerza interna: meditaciones, visualizaciones guiadas, fonación de sonidos,…
En el Qi Kung dinámico (Yang) el Qi fluye de forma homogénea por todo el cuerpo, se elimina la energía estancada y se produce un profundo equilibrio energético: ejercicios con mano vacía, con instrumentos como el palo o pelotas,
A pesar de toda su diversidad el objetivo común de todos los estilos de Qi Kung es generar la energía (Qi) que lo anima, liberar de obstrucciones su flujo y dirigirla a dónde sea necesario.

Beneficios del Qi Kung

Los beneficios de esta gimnasia terapéutica milenaria se pueden encontrar a nivel físico, mental, emocional y espiritual. En términos generales aumenta la energía vital, fortalece el cuerpo, calma la mente y tamiza las emociones.
Físicos: el masaje que ejerce el diafragma en cada respiración estimula la función de los órganos internos, activa la circulación sanguínea, aumenta la capacidad pulmonar y mejora el tránsito intestinal. El suave movimiento físico ejercita la musculatura, aumenta la flexibilidad, reduce el dolor articular y previene los problemas que provoca el sedentarismo en general.
Mentales: guiar la energía y la respiración por el interior del organismo disminuye los pensamientos negativos, aumenta la capacidad memorística y la concentración mental. La disminución de las preocupaciones facilita la regularización del sueño y aumenta la claridad mental.
Emocionales: la relajación física y mental regula la circulación por los meridianos que emergen de los órganos internos (corazón, hígado, bazo, pulmón y riñón) y las emociones que se relacionan con cada uno de ellos. Según la “teoría de los 5 elementos” en la que se basa la MTC: el corazón alberga la euforia, el hígado la ira, el bazo la preocupación, el pulmón la tristeza y el riñón el miedo.




He visto cómo, entre diversas personas, la opinión sobre el Qi Kung varían enormemente. Para algunos, se trata de una comunión con uno mismo y la naturaleza, sin nada más emocional que tus propios sentimientos; otras veces, he oído que prácticas como ésta y la meditación son un intento cuasi-misticista de apartarse de la espiritualidad y la tradición horizontal. Alguien muy cercano a mí (no revelaré quién) me preguntó si era básicamente lo mismo que el entrenamiento de Ki del maestro Roshi y la Escuela de la Tortuga, y si sus practicantes pensaban que tras él podrían volar y levantar montañas con las manos.
Yo soy un científico, un discípulo de Hipócrates y Aristóteles; y mi conocimiento del Arte Médico es aún cómicamente escaso, así que no me atrevería a formular una explicación desde el punto de vista del positivismo científico a por qué el control de la respiración, la autodisciplina y el supuesto (si se me permite la expresión) manejo y movilización del Qi producen los beneficios que se reputa al Qi Gong, más allá de la sincera explicación que nos da la MTC. Lo que sí puedo decir, no como médico o científico, sino como ser humano (y, si se me permite, como alguien con un mínimo de sentido común) es que los beneficios de esta práctica milenaria son patentes para todo aquel que la practica. Así que, a todos los que sobre ella dicen sandeces, les digo, ¿qué más da? ¿Importa tanto que no estés seguro e cómo funciona (o no quieras pensar en ello) una práctica, no tan diferente al final del día de las gimnasias modernas, y que ya era vieja cuando las prámides de Egipto eran aún jóvenes? Vive y deja vivir, dicen algunos; así que, en mi humilde opinión, deberíamos adoptar una postura Zen, y pensar que, si funciona, quizá sea mejor no hacer muchas preguntas.

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